Cinema # 5: El diario de Noa
Corría el año 2004 y de la mano de Nick Cassavetes nos llegó esta bonita película, El diario de Noa basada en el best-seller de Nicholas Sparks, The Notebook.
El cine y el amor es lo que tiene, que casi siempre suelen ir de la mano. A veces para bien, y otras para mal, pero no hay film en el que no haya gota de amor. No siempre es el mismo tipo de amor, eso está claro, pero no conozco ninguna película en la que no haya una pizca de amor.
En esta ocasión se trata de 2 jóvenes y un amor apasionado, un "amor de verano". En la época de los años 40, un campesino y una chica de buena posición cruzan sus caminos en Seabrook, lugar donde se enamoran. El resto, queda en manos del director del film y de los actores para hacer que este melodrama nos convenza y nos remueva las tripas. A cada uno le ocurrirá una cosa. Jovenes de distintos orígenes y distintas clases sociales, que no tienen nada en común, pero que por el motivo que sea se cruzan por el camino de la vida y se empeñan en seguir juntos luchando, si fuese necesario, contra viento y marea. En esta ocasión podría resumirse de la siguiente manera: "Chico encuentra a chica. Chico se enamora de chica."
Típico film de amores de verano, de padres que se oponen al romance de los mozalbetes, de separaciones que a veces se transforman en reencuentros, de recuerdos que no son sino lastres pesados, de la esperanza que nunca se pierde, de ese primer amor que nunca se olvida y que tanto marca para el resto de los amores...
Una bonita historia de amor, que nos guarda sorpresas a medida que vamos avanzando en ella. Una historia sencilla, normal, llena de tópicos, pero tan real diría yo como la vida misma. Eso sí, no resulta cansina, y eso ya tiene mérito en este tipo de films.
Buenas actuaciones y un buen argumento, y un buen narrador que no nos adormece en el sillón de casa y nos mantiene despiertos a lo largo del film. Difícil no sentirse más o menos identificado con alguno de los protas y verse reflejado en algún verano de nuestras gloriosas vidas... Eso sí, los protas mucho más guapos que cualquiera que nosotros, eso por supuesto. Ah, y muy buena ambientación y buenos paisajes, todo lleno de colores y de vida.
Un pasado lleno de color junto con un presente un tanto triste, teñido de azul y que como siempre nos trae a la cabeza aquella frase que decía algo así como "Tiempos pasados siempre fueron mejores"...
"Detrás de cada gran amor se enconde una gran historia".
El cine y el amor es lo que tiene, que casi siempre suelen ir de la mano. A veces para bien, y otras para mal, pero no hay film en el que no haya gota de amor. No siempre es el mismo tipo de amor, eso está claro, pero no conozco ninguna película en la que no haya una pizca de amor.
En esta ocasión se trata de 2 jóvenes y un amor apasionado, un "amor de verano". En la época de los años 40, un campesino y una chica de buena posición cruzan sus caminos en Seabrook, lugar donde se enamoran. El resto, queda en manos del director del film y de los actores para hacer que este melodrama nos convenza y nos remueva las tripas. A cada uno le ocurrirá una cosa. Jovenes de distintos orígenes y distintas clases sociales, que no tienen nada en común, pero que por el motivo que sea se cruzan por el camino de la vida y se empeñan en seguir juntos luchando, si fuese necesario, contra viento y marea. En esta ocasión podría resumirse de la siguiente manera: "Chico encuentra a chica. Chico se enamora de chica."
Típico film de amores de verano, de padres que se oponen al romance de los mozalbetes, de separaciones que a veces se transforman en reencuentros, de recuerdos que no son sino lastres pesados, de la esperanza que nunca se pierde, de ese primer amor que nunca se olvida y que tanto marca para el resto de los amores...
Una bonita historia de amor, que nos guarda sorpresas a medida que vamos avanzando en ella. Una historia sencilla, normal, llena de tópicos, pero tan real diría yo como la vida misma. Eso sí, no resulta cansina, y eso ya tiene mérito en este tipo de films.
Buenas actuaciones y un buen argumento, y un buen narrador que no nos adormece en el sillón de casa y nos mantiene despiertos a lo largo del film. Difícil no sentirse más o menos identificado con alguno de los protas y verse reflejado en algún verano de nuestras gloriosas vidas... Eso sí, los protas mucho más guapos que cualquiera que nosotros, eso por supuesto. Ah, y muy buena ambientación y buenos paisajes, todo lleno de colores y de vida.
Un pasado lleno de color junto con un presente un tanto triste, teñido de azul y que como siempre nos trae a la cabeza aquella frase que decía algo así como "Tiempos pasados siempre fueron mejores"...
"Detrás de cada gran amor se enconde una gran historia".
1 comentarios:
...una historia de amor que no deja indiferente a nadie...
Fdo.
Miau.
Publicar un comentario